Inglaterra arrasó a Irán en su debut en el Mundial de Qatar. El equipo de Gareth Southgate quiso enviar un mensaje al resto de favoritos dejando visto para sentencia su duelo ante los iranís en la primera parte gracias a un contundente 3-0. El equipo redondearía la cuenta con un 6-2 final que hizo las delicias de los presentes en el Khalifa Stadium.

Los pupilos dirigidos por Carlos Queiroz aguantaron media hora las acometidas inglesas hasta derrumbarse como un castillo de naipes. Los isleños encontraron las vías de agua en la defensa rival a través del juego aéreo haciendo que cada córner fuese una pesadilla. Maguire avisó mandando un cabeza al travesaño.

Luego Bellingham, llegando en segunda línea al estilo Lampard, abrió la cuenta de certezo cabezazo en el minuto 34. Fue el inicio de diez minutos de furia inglesa que se redondearon con un gol de Saka en un córner tras asistencia de cabeza de Maguire y posteriormente una conexión entre Harry Kane y Sterling que dejó todo más que decidido antes de que se aplicase un descuento de 14 minutos por la lesión del portero iraní. En la segunda mitad, Inglaterra se terminó de gustar con goles de Saka, Rashford y Grealish, mientras que los dos goles iraníes corrieron a cargo de Tarermi.

Así jugó Inglaterra

Inglaterra dispuso un sistema de juego compuesto por un 4-3-3 con Southgate apostando por la columna vertebral que le llevó a la final de la Eurocopa 2020, aunque con el añadido de un Jude Bellingham que marcó diferencias en su primera cita en un gran torneo con los ‘Tres Leones’.

Así jugó Irán

Irán dispuso una alineación centrada en el aspecto defensivo posándose en el campo por un 5-4-1. El equipo de Queiroz estuvo muy ordenado siendo capaz de contener con el balón raseado a Inglaterra. La cosa cambió cuando se les empezaron a ver las carencias en el juego aéreo. El equipo buscó un contragolpe salvador que no llegó.

MVP: Bukayo Saka

El jugador del Arsenal demostró que es uno de los principales argumentos para que su club lidere la Premier League. El londinense fue una pesadilla para la defensa irani jugando a pierna cambiada por la derecha. El jugador anotó tras una asistencia de Maguire en la primera parte y remató su gran actuación con una jugada personal quebrando a tres rivales para anotar el segundo de su cuenta.